6 hábitos de evitar al aprender un nuevo idioma (y cómo acabar con ellos)

¿Aprendes de manera compulsiva? ¿No sabes cómo salir del círculo vicioso en el que te encuentras? Que no cunda el pánico: sea cual sea tu mal hábito, tenemos una solución para que te deshagas de él.
Una imagen de una estudiante aprendiendo los hábitos de evitar y practicando un nuevo idioma.

Ya hemos hablado muchas veces de la necesidad de crear buenos hábitos a la hora de aprender un idioma, pero igual de importante saber los hábitos de evitar cuando estás aprendiendo un nuevo idioma. Todo el mundo se topa en algún momento con un muro que le impide avanzar de manera significativa. Los obstáculos forman parte del proceso de aprendizaje y la clave del éxito reside en saber cómo sortearlos. A continuación te presentamos algunos de los hábitos de evitar al aprender un idioma y te explicamos cómo deshacerte de ellos.

¿Cuáles son los hábitos de evitar al aprender un nuevo idioma?

1. El círculo vicioso

Tener una buena rutina es esencial cuando aprendemos algo nuevo. Sin embargo, también es importante saber distinguir entre una rutina saludable y un círculo vicioso. Nadie quiere quedarse atrapado en un mal hábito de aprendizaje y perder tiempo haciendo lo mismo una y otra vez sin progresar. No solo se trata de una sensación frustrante, sino que también podrías acabar convenciéndote de que simplemente es imposible aprender el idioma que elegiste.

¿Cómo acabar con este mal hábito?

El primer paso, y sin duda el más difícil, es entender que te encuentras en un círculo vicioso. ¿Llevas meses estudiando o repasando lo mismo y sientes que no avanzas? ¿La rutina que antes tanto te gustaba y te animaba está empezando a aburrirte? ¿Te estás concentrado demasiado en un solo aspecto del idioma e ignoras el resto? Una vez hayas identificado que te encuentras en un círculo vicioso, ¡será fácil salir de él! Existen numerosas formas  de reavivar tu rutina y hacerla más atractiva, como escuchar pódcasts en el idioma que estás aprendiendo o incorporar más aspectos culturales a tu aprendizaje. ¡Romper con este mal hábito no solo te permitirá volver a avanzar sino que también te podría resultar divertido!

2. No hablar nunca el idioma

Entre todos los hábitos de evitar de esta lista, este podría ser el más característico del aprendizaje de idiomas. Tienes una excelente rutina, estás aprendiendo mucho y entiendes cada vez más tu nueva lengua. ¡Estupendo! Solo hay un pequeño problema… ¡Nunca hablas y pones en práctica tus conocimientos! No se va a acabar el mundo por ello, pero recuerda que si algún día esperas poder conversar en tu nuevo idioma, ¡vas a tener que hablar!

¿Cómo acabar con este mal hábito?

La forma más sencilla de abandonar este hábito es empezar a hablar en tu nuevo idioma. Sí, lo sabemos: resulta más fácil decirlo que ponerlo en práctica. Si tu único problema es que necesitas a una persona con la que conversar, encontrarás en internet muchos recursos que te ayudarán a encontrar con quien poder practicar. ¡Incluso podrías convencer a un amigo o una amiga de practicar contigo! Sin embargo, si el principal obstáculo es tu miedo a cometer errores, entonces podría resultarte un poco más difícil deshacerte de este mal hábito. Recuerda simplemente que practicar la expresión oral es la única manera de mejorar y que los errores forman parte del proceso de aprendizaje. ¡No hay de qué avergonzarse!

3. Aprender de manera compulsiva

¿Tienes una aplicación para aprender idiomas en tu teléfono y acabas de estudiar durante tres horas? ¡Impresionante! Pero como el aprendizaje te quita mucho tiempo, al día siguiente decides saltarte tu sesión diaria. Y al día siguiente pues… tampoco tienes tiempo. Y así durante varios días seguidos. Y un par de semanas más tarde… ¡vuelves a estudiar durante varias horas! Pero luego… ¡lo vuelves a dejar durante un mes! Al final acabas repitiendo siempre el mismo esquema: te das largos atracones de vez en cuando para luego no estudiar nada los demás días (quizás hagas lo mismo en el gimnasio). Si no progresas como esperabas, ya sabes por qué es, ¿verdad?

¿Cómo acabar con este mal hábito?

Ha sido demostrado que aprender en pequeñas dosis diarias resulta más efectivo que estudiar una vez a la semana durante varias horas. Puede parecer complejo sacar tiempo todos los días para estudiar, pero con algo de organización seguro que encontrarás un hueco de 15 minutos para dedicarle a tu idioma. Sea de camino al trabajo, después de ducharte por la mañana o mientras almuerzas, en seguida notarás la mejora que puede suponer estudiar con regularidad.

4. Encadenar rachas de aprendizaje

Como ya lo hemos visito (unas cuentas veces), las rutinas son ideales para aprender un nuevo idioma y saber los hábitos de evitar. ¿Eres capaz de ceñirte a la rutina que te has marcado? ¡Estupendo! Quizás incluso apuntas los días en lo que aprendes y llevas la cuenta de cuánto dura tu buena racha. El problema es que a lo mejor estás siendo demasiado rígido con tu programa de aprendizaje. ¿Si te saltas un día tienes la sensación de que toda tu rutina se desmorona? ¿Crees que si te olvidas de estudiar por la mañana ya no podrás compensarlo? Obsesionarse de esta manera con cada segundo que le dedicas a tu nuevo idioma podría entorpecer tu aprendizaje.

¿Cómo acabar con este mal hábito?

Lo primero que debes hacer si rompes una de las reglas de aprendizaje que te has impuesto es ser clemente y perdonarte. Sí, parece increíble que te hayas olvidado por primera vez de aprender ese idioma que tanto te gusta, pero así es la vida. En un mundo ideal podrías estudiar todos los días a la misma hora y progresar de manera constante… ¿Pero quién quiere vivir en un mundo tan perfecto? No gastes demasiada energía en los detalles, mantén tus objetivos y recuerda ser flexible cuando sea necesario.

5. Las fases de estancamiento

Has establecido una buena rutina, tienes cientos de fichas de vocabulario y tu aprendizaje va viento en popa. Has progresado mucho y las cosas van genial, pero de repente parece que te estancas. Sigues practicando tu lengua, pero no tienes la impresión de mejorar. Estas fases se conocen como “plateau” o “altiplano” y no son necesariamente negativas: cuando aprendemos algo nuevo, siempre alcanzamos fases en las que avanzamos menos rápido. El mal hábito es dejar que estas fases te roben tu motivación.

¿Cómo acabar con este mal hábito?

Lo primero que debes entender es que una fase de “plateau” no realmente significa que te hayas estancado. Sí, puede parecer que no estés aprendiendo tanto como antes, pero recuerda que todo es relativo. Al principio, cada cosa nueva que aprendes en un idioma puede parecer una auténtica revelación. Sin embargo, después de un cierto tiempo y a medida que vas descubriendo los entresijos de la lengua, tu progresión puede ralentizarse. No te desanimes y sigue avanzando. En el peor de los casos, tu estancamiento significa que necesitas cambiar tu manera de aprender. Las técnicas que usas cuando empiezas a aprender una lengua no son necesariamente eficaces más adelante. Utiliza la fase de “plateau” en la que te encuentras como una oportunidad para retarte a ti mismo y ver cuánto entiendes realmente. ¡Probablemente consigas impresionarte!

6. Dejarlo sin mirar hacia atrás

No nos andemos con rodeos, ¿quién no ha dejado ya alguna actividad? Quizás hayas dejado el fútbol en el colegio, el piano en la secundaria o el gimnasio a finales del mes de enero. Existen muchas razones aceptables de dejar una actividad, así que no siempre se trata de algo malo. Sin embargo, hacerlo de manera recurrente puede convertirse en un mal hábito, también cuando se aprenden idiomas. Quizás hayas dejado ya varias veces de aprender idiomas y hayas vuelto a empezar más tarde. O tal vez tiendes a empezar varias actividades a la vez y siempre acabas abandonándolas. Sea como sea, se trata de un hábito difícil de corregir.

¿Cómo acabar con este mal hábito?

Para ello, vas a tener que hacerte una serie de preguntas y definir tus objetivos. Mantener tu motivación para aprender un idioma es realmente la única forma de no abandonar tus objetivos. ¿Cuál es tu motivación principal? ¿Quieres conectar con otras culturas? ¿Plantearte nuevos retos? ¿Estimular tu cerebro? Está muy bien querer aprender un idioma por el mero hecho de aprender una lengua, pero puede que esa motivación se quede corta cuando estés intentando estudiar gramática o memorizar vocabulario. Aprender un idioma es una experiencia inmensamente gratificante pero también puede ser dura y frustrante, y ambas caras de la moneda parte del proceso. Visualiza a la persona que quieres ser y persigue ese sueño.



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