Un retrato de familia: las lenguas romances

Lamentablemente, las lenguas romances no tienen nada que ver con tener un romance con alguien. Conforman uno de los grupos idiomáticos más grandes y están repartidas por todo el mundo.

Las lenguas romances, a pesar de comprender solo una rama de la familia de lenguas indoeuropeas, incluyen algunas de las lenguas más influyentes en el mundo occidental. Se hablan tanto en gran parte de Europa como en toda América del Norte y del Sur. Pero ¿qué son las lenguas romances? A continuación te desglosamos esta ilustre familia lingüística y te explicamos su origen.

¿Qué son las lenguas romances?

Decidir qué es un “idioma” y qué es un “dialecto” es un asunto complicado, ya que en realidad los idiomas existen dentro de un espectro común, y no en cajas separadas. Por lo tanto, no hay un acuerdo definitivo acerca del número exacto de lenguas romances existentes. Ethnologue divide las lenguas romances en 44 idiomas diferentes. Las lenguas romances más expandidas son el español, el francés, el portugués, el italiano y el rumano. En conjunto, son habladas por más del 90 % de quienes hablan una lengua romance. La lista completa de las lenguas romances es bastante larga: aragonés, arrumano, asturiano, arpitano, catalán, corso, emiliano, extremeño, fala, francés, francés cajún, friulano, gallego, istriota, italiano, jerseyés, judeoitaliano, ladin, ladino, ligur, lombardo, minderico, mirandés, napolitano-calabrés, occitano, picardo, piamontés, portugués, romagnol, rumano, istrorrumano, meglenorrumano, romanche, sardo campidanés, sardo gallurés, sardo logudorés, sardo sasarés, shuadit, siciliano , español, español amazónico, veneciano, valón y zarfático. Y estos son solo los idiomas que siguen existiendo en la actualidad.

¿Cuántas personas hablan una lengua romance?

Lograr hacer una cuenta exacta del número de personas que hablan una lengua romance es un poco difícil. Si se suma la población de cada lengua romance, se obtienen 1200 millones de hablantes en el mundo. Sin embargo, este cálculo no considera que existe una superposición entre estas poblaciones. Hay muchísimas personas multilingües en Europa, y esto infla un poco las cifras. Sin embargo, si por usuario solo contamos los cinco idiomas principales, el número aún supera los 1100 millones, por lo que es bastante seguro que de la población mundial actual alrededor de una séptima parte hable una lengua romance.

¿Por qué se llaman lenguas romances?

La palabra “romance” tiene varios significados en español. Quizás hayas pensado en algún momento, como yo, que se las llama “lenguas romances” porque son las lenguas más románticas. Sin embargo, la raíz de la palabra “romance” se remonta al latín rōmānicus, que significaba “romano”. El idioma de Roma era el latín, y todas las lenguas romances descienden del latín vulgar, por lo cual su nombre es apropiado.

¿De dónde provienen las lenguas romances?

El único factor que une a todas las lenguas romances es que todas evolucionaron a partir del latín vulgar. Tal y como ocurre con la palabra “romance”, la palabra “vulgar” no significa lo que normalmente pensamos al escucharla. Proviene del latín vulgus, que significa “gente común”. El latín vulgar, entonces, se refiere a los numerosos dialectos del latín hablados por la gente común. Esto contrasta con el latín clásico, que era la versión estandarizada del idioma que todavía hoy se usa en ciertos contextos religiosos y científicos (aunque puede argüirse que es una lengua muerta). Debido a la expansión del Imperio Romano, el latín vulgar se hablaba en toda Europa en los primeros siglos d. C. Si bien el gobierno del Imperio comenzó a colapsar en el siglo V, su idioma seguía extendido por todo el continente. A medida que las comunidades comenzaron a separarse unas de otras y surgieron reinos independientes, las lenguas se disgregaron y empezaron a sonar de manera diferente. Las lenguas se extendieron aún más con los distintos imperios coloniales, que llevaron el francés, el español y el portugués a América del Norte y del Sur. Todas las ramas del árbol de las lenguas romances se bifurcaron según el cambiante orden geopolítico.

¿Qué tan similares son las lenguas romances?

Resulta tentador esperar que, si se conoce una lengua romance, básicamente se pueda entender cualquiera de las demás. Pero ¿pueden realmente los hablantes de lenguas romances entenderse entre sí con mayor facilidad que a los hablantes de otras lenguas? La respuesta es sí, pero se trata de un sí sujeto a condiciones. Dependiendo de la lengua romance que aprendas, es posible que te resulte más fácil o más difícil comprender otras lenguas de esta familia. Esto se debe en parte a la “distancia” lingüística que existe entre diversos idiomas. Aprender portugués brasileño, por ejemplo, te preparará para comprender el portugués que se habla en Portugal, a pesar de que existen algunas diferencias entre ambos. La diferencia entre el francés y el español es mucho más clara, pero sigue habiendo entre ellos una inteligibilidad mutua suficiente como para que un hablante de francés y uno de español puedan sostener una conversación rudimentaria. No entraremos a discutir qué tan mutuamente inteligible es cada par de lenguas romances, pero es muy probable que aprender una de ellas haga al menos más fácil el aprendizaje de otras. Gracias a las similitudes en gramática y a los cognados (palabras de sonido semejante), no es demasiado difícil saltar de una lengua a la otra, al menos en comparación con pasar de una lengua romance al árabe o al mandarín, por ejemplo. Entonces, si alguna vez deseas aprender más de un idioma, puede ser que merezca la pena considerar permanecer dentro del mismo grupo lingüístico.

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