Los beneficios de ser bilingüe

¿Buscas alguna motivación para aprender un nuevo idioma? ¡No busques más! Aquí está tu guía completa de los beneficios de ser bilingüe.

Aprender un idioma es un poco como ir al gimnasio. Todo el mundo dice que deberías hacerlo. La dificultad radica en motivarse para seguir adelante: inscribirse en esa clase de spinning, usar las máquinas de pesas, abrir la app de aprendizaje de idiomas. Pero aquí está la diferencia. Tu motivación para ir al gimnasio es clara: quieres perder peso, desestresarte, ganar músculo o simplemente mantenerte saludable. El aprendizaje de idiomas puede ser más abstracto. ¿Por qué deberías molestarte en hacer el esfuerzo de aprender un nuevo idioma? ¿Qué hay realmente para ti? El objetivo de este artículo es mostrarte las formas en que el bilingüismo puede mejorar tu vida y la vida de quienes te rodean. Sin más preámbulos, aquí está tu guía completa sobre los beneficios de ser bilingüe.

Beneficios cognitivos de ser bilingüe: entrena tu cerebro

Fomentar una función cognitiva mejorada es una de las formas fascinantes en que el aprendizaje de idiomas puede ayudarte a mejorar. Hablar un nuevo idioma puede ser un desafío, por lo que dominarlo será bueno para tu cerebro.

Todo se reduce a las funciones ejecutivas de tu cerebro: procesos mentales utilizados en la concentración y la atención. El control inhibitorio es una de estas funciones ejecutivas, e implica controlar tus pensamientos y comportamientos para hacer lo que es necesario o apropiado, en lugar de reaccionar en base a viejos hábitos, respuestas condicionadas o señuelos externos. Por ejemplo, nos ayuda a reprimir el impulso de tocar una escultura particularmente llamativa en un museo o de maldecir cuando nos lastimamos en presencia de un niño.

El control inhibitorio es lo que permite a un individuo bilingüe cambiar sin esfuerzo entre idiomas. Cuando se les hace una pregunta en su idioma secundario, es posible que quieran responder impulsivamente en su idioma nativo, pero su cerebro puede anular ese impulso y, en cambio, responder en el idioma apropiado para la situación. La corteza cingulada anterior (ACC), ubicada en el lóbulo frontal del cerebro, juega un papel clave en este proceso. Y debido a que los bilingües tienen que usar su ACC mucho más que los monolingües, a menudo tienen significativamente más materia gris en su ACC. A su vez, los bilingües pueden realizar múltiples tareas más fácilmente, resolver problemas y concentrarse en la tarea en cuestión.

Esa materia gris adicional (o reserva cognitiva) también tiene otro beneficio: retrasar los efectos de la demencia. Un estudio realizado por la psicóloga Dra. Ellen Bialystok encontró que los bilingües muestran síntomas de demencia cuatro años más tarde que los monolingües, siendo todos los demás factores equivalentes. Los resultados sugieren que los bilingües han desarrollado una reserva cognitiva, lo que ayuda a sus cerebros a compensar el deterioro mental durante varios años más.

Finalmente, un estudio de la American Heart Association analizó la recuperación de pacientes monolingües y bilingües con accidente cerebrovascular. La investigación encontró que el porcentaje de pacientes bilingües con sus funciones cognitivas intactas después del accidente cerebrovascular era más del doble que el de los pacientes monolingües.

Estos estudios sugieren que el bilingüismo puede proporcionar una forma valiosa de protección para su cerebro en diversas situaciones, haciendo de la agilidad cognitiva uno de los beneficios clave de ser bilingüe.

Beneficios financieros: la recompensa

Desde elegir una carrera hasta decidir si preparar la cena o salir a comer, el dinero es un motivador común en muchos aspectos de nuestras vidas. Y la conclusión es que el bilingüismo puede aumentar su rentabilidad.

Estos beneficios económicos de ser bilingüe pueden presentarse de diferentes formas. Primero, hablar un segundo idioma con fluidez abre oportunidades profesionales que no están disponibles para los monolingües. Traductores, profesores de idiomas y ciertos profesionales de la salud son solo algunas de las ocupaciones que requieren fluidez en dos o más idiomas. Incluso cuando solicites un trabajo en el que el bilingüismo no sea una necesidad, tu capacidad para hablar otro idioma te dará una ventaja sobre la competencia.

Un segundo beneficio financiero nos afecta directamente: el aumento de salario. Según un análisis, los empleados bilingües ganan entre cinco y veinte por ciento más por hora que los trabajadores monolingües. Es una amplia gama que varía según los idiomas que hables y el campo en el que te encuentres, pero incluso en el extremo conservador, ese aumento salarial se acumula con el tiempo.

Por último, la investigación sugiere que pensar en un segundo idioma puede conducir a decisiones financieras más inteligentes. Un estudio de la Universidad de Chicago descubrió este vínculo: “Usar un idioma extranjero reduce los sesgos en la toma de decisiones”, lo que puede hacer que las personas sean menos adversas al riesgo en sus opciones de inversión y ahorro.

“Proponemos que estos efectos surgen porque un idioma extranjero proporciona una mayor distancia cognitiva y emocional que una lengua nativa”, escribieron los investigadores en su informe.

Beneficios interpersonales del bilingüismo: ser más sociable

Si volverse más inteligente y ganar más dinero no funciona, tal vez las oportunidades de conexión social te motiven a aprender un nuevo idioma. Los seres humanos prosperan gracias a las relaciones interpersonales, y el bilingüismo abre la puerta a innumerables conexiones adicionales.

En un nivel básico, hablar otro idioma puede ayudarte a conectar con miembros de tu comunidad y, a veces, incluso con miembros de la familia. La evidencia en esta área es principalmente anecdótica, pero tiene sentido que poder hablar con personas con las que no habrías podido comunicarte antes permitiría el crecimiento social. Tal vez tu peluquero habla un idioma diferente con mucha más fluidez que el español. Poder tener una conversación en su lengua materna no solo te ayudaría a explicar mejor el peinado que quieres, sino que también te permitiría forjar una amistad más estrecha con ellos.

Llevemos estas amistades un paso más allá y lleguemos a lo bueno: el romance. El bilingüismo puede convertir tu grupo de citas en un océano. Te da la oportunidad de conocer y conversar con personas encantadoras que hablan un idioma diferente. Pero ser bilingüe también puede ayudarte a intensificar tu juego romántico de otra manera. Una encuesta de Babbel encontró que el 71 % de los estadounidenses y el 61 % de los británicos creen que hablar más de un idioma hace que una persona parezca más atractiva. Y 9 de cada 10 encuestados dijeron que aprenderían un nuevo idioma en la búsqueda del amor.

Además de ampliar sus oportunidades de relación, el bilingüismo puede fortalecer aún más tus relaciones existentes (y futuras). Otro estudio de la Universidad de Chicago midió los niveles de empatía en niños bilingües y monolingües. Alrededor del 75 % de los niños que eran bilingües (o estaban expuestos a un segundo idioma) completaron una tarea de una manera que mostró una mayor comprensión de la perspectiva de otra persona. Esta habilidad natural para la empatía probablemente esté relacionada con las ventajas cognitivas descritas en la primera sección. Una mente fuerte te da la capacidad de ver las cosas desde el punto de vista de otra persona.

Beneficios experimentales: lleva tu próximo viaje al siguiente nivel

Viajar es una forma increíble de explorar otras culturas y geografías, y si tienes la oportunidad de hacerlo, aprovéchala. Si bien es posible disfrutar de un viaje a otro país sin saber el idioma, poder hablar con los lugareños puede hacer que una buena experiencia sea inolvidable.

Imagina visitar Italia, por ejemplo. No hablas ni una pizca de italiano. Cuando llega el momento de pedir la cena en un restaurante, seleccionas un plato de pasta con un nombre que suena familiar. Haces una suposición descabellada sobre el vino. Dices “ciao” a una pareja de apariencia amistosa en el tren, pero no hablas mucho italiano, por lo que la conversación no va más allá de un saludo y una sonrisa. O peor aún, te encuentras con una mirada en blanco.

Ahora, imagina esto: has aprendido algo de italiano antes de viajar. En la cena, descubres un plato que es nuevo para ti y parece delicioso. Puedes estudiar la lista de vinos y pedirle una recomendación al mesero. En el tren te haces amigo de una pareja muy simpática, hablas con ellos en italiano y aprendes cuáles son los lugares imprescindibles que debes visitar en la ciudad.

Tomarte un tiempo para aprender el idioma antes de un viaje marcará la diferencia, brindándote una experiencia más auténtica y más gratificante. Como dijo una vez Nelson Mandela: “Si le hablas a un hombre en un idioma que entiende, se le sube a la cabeza. Si le hablas en su idioma, le llega al corazón”.

Este artículo se publicó originalmente en la edición inglesa de Babbel Magazine.

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Dylan Lyons

Dylan vive en Nueva York pero se crió en diferentes estados del país. Estudió periodismo y política en la Universidad de Ithaca y antes de trabajar en Babbel se encargó de las redes sociales para el programa de televisión CBS Evening News. Entre sus intereses están tomar café, los cachorritos, leer y el fútbol... pero sobre todo, los cachorritos. Síguelo en Twitter.

Dylan vive en Nueva York pero se crió en diferentes estados del país. Estudió periodismo y política en la Universidad de Ithaca y antes de trabajar en Babbel se encargó de las redes sociales para el programa de televisión CBS Evening News. Entre sus intereses están tomar café, los cachorritos, leer y el fútbol... pero sobre todo, los cachorritos. Síguelo en Twitter.