¿Qué tipos de estudiante de idiomas existen y cuál eres?

¿Aprendes con las imágenes o con el sonido? ¿Eres perezoso o dinámico? ¿Te gusta controlarlo todo o eres más bien relajado? Descubre qué tipo de estudiante eres y cómo Babbel te puede ayudar.
¿Qué tipos de estudiante existen y cuál eres?

Aunque decir esto no quede nada original, vivir fuera es una experiencia enriquecedora e irrepetible. El sentimiento de desorientación al pisar las calles de tu nueva ciudad de destino será algo que recordarás a lo largo de toda tu vida. Tienes delante de ti una oportunidad fantástica y deberías aprovecharla al máximo, y lo más probable es que, de no aprovecharla, te arrepientas cuando seas más mayor y tengas que ocupar tu tiempo con otras responsabilidades. Es el momento de aprender, de crecer, de alimentar tu curiosidad conociendo otras culturas y personas de todo el mundo. ¿Cómo es eso de maravilloso?

Antes de aventurarte a todas esas cosas, hay un par de consejos que quiero darte. No puedes simplemente llegar allí y esperar que todo suceda tal y como tienes planeado sin ser capaz de comunicarte en un idioma extranjero. Para ello, es fundamental que identifiques qué tipo de estudiante de eres y cuáles son las mejores maneras para que aprendas un idioma.

¿Qué tipo de estudiante de idiomas eres?

A continuación te plantearemos algunas preguntas con las que podrás identificar la mejor manera de aprender y de concentrarte a la hora de mejorar tus técnicas de aprendizaje.

  • ¿Eres un introvertido con toneladas de energía de buena mañana y te gusta controlarlo todo?
  • ¿O eres más bien un extrovertido nocturno y relajado que le gusta aprender con las imágenes?
  • ¿Te has obsesionado con ese nuevo idioma y además eres detallista a la par que oyente?

¿Cuál es tu personalidad?

Introversión vs Extroversión

¿Disfrutas estando con gente? ¿Te gusta socializar y estar fuera de casa? ¿Eres el alma de la fiesta? Si has contestado “sí” a estas preguntas, seguramente pertenezcas al grupo de los extrovertidos.

Por el contrario, si eres más bien tímido/a, te encanta pasar largos ratos a solas con un libro o piensas mucho las cosas antes de que salgan por tu boca, seguramente seas del grupo de los introvertidos. Nada es blanco o negro y ambas personalidades son geniales y también pueden mezclarse o combinarse (¿has oído hablar de los “ambivertidos”?).

¿Qué pasa si pones a varios extrovertidos e introvertidos en un aula y les animas a que aprendan un idioma? Los extrovertidos empezarán a impacientarse porque los introvertidos necesitarán más tiempo antes de dar sus respuestas en voz alta. Los introvertidos, por su lado, no contarán con suficiente tiempo para los ejercicios orales y de pronunciación ya que los extrovertidos hablarán todo el rato.

¿Te mata la pereza o el dinamismo corre por tus venas?

Pereza vs Diligencia

Si no te gustan mucho los cambios y al aprender un idioma prefieres adaptarlo a tu rutina (en lugar de hacerlo al contrario), y esperas que el conocimiento del idioma aparezca como por arte de magia sin poner mucho esfuerzo por tu parte, bueno, entonces eres una persona un tanto perezosa.

Si, por el contrario, te obsesionas demasiado con el nuevo idioma e intentas aprender todo lo que puedas adaptando tu rutina a la nueva lengua (viendo películas y leyendo libros en ese idioma) entonces perteneces al grupo de los diligentes.

Ambos comportamientos tienen partes buenas y malas (aunque lo mejor sería encontrar el equilibrio) y ambas afectan el nivel de satisfacción del estudiante: el relajado se verá frustrado rápidamente si tiene que empezar a reorganizar su vida entorno al aprendizaje, mientras que el entregado se agobiará si no empieza a ver resultados en un período de tiempo corto.

Sabemos que aprender una lengua extrajera es difícil y puede ser un poco frustrante, pero si entiendes primero el tipo de estudiante que eres, ¡seguro que será más fácil! 

¿Cuál es tu forma de aprender: con las imágenes o con el sonido?

Aprendizaje visual vs Aprendizaje auditivo

Esta característica no tiene tanto que ver con la personalidad, sino cómo funciona nuestro cerebro. Algunas personas, las que aprenden con las imágenes, todavía recuerdan cosas que estudiaron en primaria por los trucos que entonces usaban y que hoy siguen usando: utilizar diferentes colores en los apuntes, subrayar frases o dibujar formas que les recuerdan a ciertos conceptos son trucos que nos sugiere el cerebro para destacar cosas importantes que debemos almacenar en el cerebro en el medio largo plazo. Si estás asintiendo con la cabeza mientras lees esto, seguramente seas un estudiante visual.

Si usas más o menos los mismos trucos pero aplicados al oído, como música y sonidos que te recuerdan a la forma de pronunciar una o más palabras, seguramente pertenezcas al tipo “oyente”. Y es que muchas cosas se aprenden mejor con el oído, ¿por qué sino nos enseñan el alfabeto (o la tabla periódica, o el nombre de ciertas ciudades) con una canción?

¿Te gusta madrugar o noctambular?

Madrugar vs Noctambular

Lo mismo, son las 8 de la mañana, estás en clase con tus compañeros y sigues medio dormido/a. A algunos les pasa como a ti, pero otros están ya activos y ya te han bombardeado con un millón de palabras, de bromas y de historias. Si eres una de esas personas que se llenan de energía según sale el sol, probablemente te pase lo contrario cuando cae la noche.

Sin embargo, hay gente que siente que, cuando llega la oscuridad, podría desde aprender, leer un libro, o ver una película, hasta hacer deporte. Si esas personas llaman a las que estaban activas por la mañana, estas seguramente estén cansadas y no puedan casi ni hablar de toda la energía que gastaron al principio del día…

¿Te gusta controlarlo todo o más bien te lo tomas con tranquilidad?

Control absoluto vs Calma

Llevas estudiando un idioma extranjero unas semanas ya y no te sientes del todo confidente ya que sigues cometiendo muchos errores… pero bueno, ¡no importa! Sabes que, para mejorar, hay que empezar a hablar, así que te dejas llevar y te lanzas al ruedo. Preguntas por direcciones, pides comida, intentas conocer a gente… ¡todo en un idioma que no es el tuyo! ¿Y qué pasa si te faltan las palabras? ¡No pasa nada! Harás gestos, usarás palabras con significados parecidos y no se te pondrá nada por delante.

Si por el contrario, tienes un amigo que quiere tener todo controlado, una pronunciación impecable, practica muchísimo (mucho más que tú) y evita cualquier error posible, entonces estamos ante un claro caso del típico detallista.

Recuerda que si vives fuera dominar el idioma local te ayudará a integrarte y a hacer de tu nueva casa un hogar. ¿A qué esperas para beneficiarte de todas estas ventajas?

En conclusión…

A la hora de la verdad todo eso no importa: todas las personalidades y actitudes tienen algo positivo, lo único que tienes que hacer es identificarlo y saber cuáles son tus preferencias.

No tienes que buscar el método adecuado para aprender un idioma, ¡sino el método que te funcione mejor a ti!

Tenemos un solo consejo para todos: A veces puede ser frustrante el ir a clase con otras 20 personas: todos somos distintos, tenemos diferentes exigencias, actitudes, preferencias, horarios de aprendizaje y métodos. Con Babbel, la mayoría de toda esa frustración desaparece: eres tú el que decide la forma de aprendizaje que se adapta mejor a ti, haciendo las lecciones y los ejercicios que más falta te hacen según tus necesidades, para poder ponerlos en práctica inmediatamente después.

Solo reflexiona un momento antes de ponerte a estudiar e intenta identificar qué tipo de estudiante eres y cuáles son tus preferencias. ¡Tendrás el éxito asegurado!

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