6 estereotipos italianos, de los cuales 5 son ciertos y uno no

A veces hace falta aclarar los clichés que afectan a todo un país. Si conoces un poco su cultura, ¡sabrás lo que es cierto y lo que no!

Un día hablando con una amiga italiana estuvimos repasando los clichés mundialmente conocidos sobre el país de la bota. Que si hablan a gritos, que si gesticulan mucho, que si van en vespa a todos lados…

Y es que estereotipos italianos hay muchos, pero per forza no todos son ciertos.

A continuación os enumero los principales clichés que sufre todo italiano que sale de Italia, ¡y os animo a descubrir cuánto de realidad hay en cada uno por vosotros mismos!

1. La comida

Scusa?!?!?! Si no quieres perder un amigo, NUNCA pongas en duda la calidad y variedad de la comida italiana.

Además de contar con muy buenos ingredientes y una variedad enorme de recetas, debes de saber que hay ciertas normas cuando se trata de comer en Italia: ni piña en la pizza, ni queso en el pescado, ni ketchup en el prosciutto.

2. La moda

Es cierto que la moda italiana está perdiendo fuerza a nivel internacional. Los diseñadores italianos ya no son los protagonistas de los mayores eventos de moda, pero sí que es cierto que la herencia estilística sigue ahí. Un italiano o italiana se viste bien, reconoce los buenos cortes y tejidos de la ropa y sabe combinar colores como nadie. Es algo innato. ¡No preguntéis cómo lo hacen!

3. El café

¡Ojo con el café! Hay que tomarlo de acuerdo a unas costumbres muy establecidas, que para eso llevan siglos forjándose.

Por ejemplo, ¿ los cappuccinos? Solo por las mañanas y nunca después de comer.

Para que te des cuenta del nivel de locura al que hemos llegado: un italiano NUNCA ha oído hablar de “un latte”, “un mocha” o “un frapuccino”, ¡y mucho menos de un “non fat triple venti half sweet caramel drizzle”!

4. Los gestos

El hablar con las manos no es una leyenda, sino una realidad para cada italiano. La necesidad de usarlas es inherente a ellos, ya que los gestos forman casi un idioma independiente con su propio diccionario mudo. ¡Se pueden decir muchas cosas sin intercambiar ninguna palabra!

Es parte de su naturaleza: ¡pedirle a un italiano que deje de hablar con las manos u obligarle a metérselas en los bolsillos mientras explica algo sería un experimento muy cruel!

5. El volumen y la musicalidad

A ver, para acompañar a esos gestos impulsivos habrá que hablar con energía, con gracia, con volumen. Pero seamos sinceros, no son los únicos en el mundo que hablan por encima de la media… Digamos que si estuvieras en el metro de Londres y escucharas voces serían seguramente italianos o cualquiera de los vecinos y amigos del sur de Europa. Eso sí, solo ellos hablan con esa musicalidad que les caracteriza… Incluso podría reconocer un italiano que habla un idioma extranjero, ¡aunque hubiera ruido de fondo!

6. La mafia

A pesar de ser un tema delicado, parece que a muchos les hace gracia. Es verdad que ha dado lugar a muchas buenas películas y libros, ¿ pero no deberíamos intentar distinguir la realidad de la ficción? La ficción puede representar historias interesantes, plantear choques culturales en el caso de los italoamericanos e incluso ser graciosa. Eso sí, no se puede ni se debe confundir con los datos existentes. La realidad es que la mafia ha matado (y sigue matando) a mucha gente y que, fuera del género cinematográfico de los gángsters y las novelas policíacas… no tiene mucho interés.

¿No será mejor salir de los topicazos y representar a los italianos con gente estilosa que habla alto mientras come y gesticula?

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